El “Airport Carbon Accreditation” es un programa dirigido a la reducción y neutralización de las emisiones de CO2, puesto en marcha en 2009 por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), al que se han adherido voluntariamente 85 aeropuertos europeos de 24 países diferentes.
Existen varios niveles de certificación en el ACA, que suponen un esfuerzo por parte de los aeropuertos adscritos en pos de la reducción de sus emisiones:
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Diagnóstico (Mapping): Este nivel pasa por la medición de la huella de carbono del aeropuerto. Un aeropuerto debe entender cuánto carbono emite cada año y de qué actividades y operaciones, a fin de planificar la forma de limitar estas emisiones.
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Reducción (Reduction): Requiere la gestión del carbono y el progreso hacia una huella de carbono reducida. Para lograr esta acreditación, el aeropuerto debe cumplir con los requerimientos del paso previo de medición de la huella de carbono, demostrar que existen unos procedimientos para la gestión del CO2, y demostrar que se está produciendo una reducción en la huella de carbono analizando los datos de emisión en años consecutivos.
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Optimización (Optimisation): Requiere la participación de terceros en la reducción de la huella de carbono. Los terceros son las compañías aéreas y proveedores de servicios, por ejemplo, servicios de asistencia en tierra independientes, empresas de catering, control de tráfico aéreo y otros que trabajan en el recinto aeroportuario. También implica el compromiso acerca de los modos de acceso en superficie (carretera, ferrocarril) con las autoridades y los usuarios.
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Neutralidad (Neutrality): Requiere la neutralización de las restantes emisiones de carbono por compensación (offsetting). La neutralidad de carbono se produce cuando las emisiones netas de dióxido de carbono a lo largo de todo un año es cero (es decir, el aeropuerto absorbe la misma cantidad de dióxido de carbono que produce). El logro de la neutralidad del carbono para un aeropuerto es imposible en casi todos los casos sin ayuda externa. Por este motivo, los aeropuertos, entre muchas otras industrias, consideran la compensación de emisiones como la parte final de la solución.
El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha logrado gestionar de forma eficiente sus recursos, inventariando los gases de efecto invernadero y poniendo en práctica diferentes acciones para minimizar el impacto de sus actividades en el medio ambiente. Como recompensa a este trabajo, renueva su acreditación en el nivel 2 de reducción de emisiones, con objeto de seguir avanzando en este sentido hacia niveles superiores.
El Aeropuerto de Barcelona-El Prat y el Aeropuerto de Lanzarote consiguen así mismo su certificación de Nivel 1, junto con multitud de aeropuertos comprometidos en todo el mundo con el medio ambiente.
Como les informamos anteriormente, Cavala forma parte del equipo encargado del mantenimiento del Sistema de Gestión Ambiental ISO 14001 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y este reconocimiento al trabajo y al esfuerzo nos enorgullece.